
Cultivo
Las perlas cultivadas de agua dulce tratadas de nuestras joyas se cultivan insertando cuidadosamente piezas de tejido de molusco donante en el interior de un mejillón de agua dulce. El tejido crece para formar el saco perlífero en el que la madreperla (nácar) se va depositando capa a capa hasta que queda formada la perla cultivada. Una vez cosechada, la perla cultivada es tratada para mejorar su color, brillo y apariencia. Al igual que las perlas naturales, las perlas cultivadas de agua dulce tratadas de tejido nucleado son de nácar en su totalidad ya que carecen de núcleo.
El look
Prácticamente todos los colores, son modificados a menudo por colores adicionales llamados sobretonos y con un brillo nacarado. Algunas perlas también muestran este fenómeno de color iridiscente, denominado "oriente".
Durabilidad
Las perlas cultivadas de agua dulce tratadas tienen una dureza de tan solo 2,5-4 en la escala de Mohs. También presentan niveles variables de dureza que dependen de la edad, la deshidratación y, a veces, el excesivo blanqueamiento durante su procesamiento. Esto significa que las perlas cultivadas de agua dulce tratadas son propensas a los arañazos y relativamente frágiles. Son particularmente susceptibles a daños causados por ácidos, disolventes y limpieza por ultrasonidos, y también puede presentar tendencia a la deshidratación con el paso del tiempo en ciertas condiciones. Algunas perlas teñidas pueden decolorarse o volver a su color original si están expuestas a la luz del sol o a una fuente lumínica potente.
¿Cómo cuidar tus perlas?
Los cosméticos deben aplicarse antes de ponerse las perlas. Las perlas no deberán someterse a limpieza por ultrasonidos ni exponerse a altas temperaturas. Evita exponer las perlas cultivadas de agua dulce teñidas a la luz directa del sol o a la iluminación de expositores durante largos periodos de tiempo. Las perlas cultivadas de agua dulce tratadas no deben ponerse en remojo en agua ni se deben frotar con fuerza, ya que podría provocar daños en el nácar. En vez de ello, hay que limpiarlas con un trapo limpio muy suave y humedecido ligeramente en una solución de agua templada. A continuación, sécalas. Los aceites naturales y la humedad de tu piel ayudan a prevenir que las perlas se sequen. Por lo tanto, llevar perlas es una de las mejores formas de mantenerlas su apariencia lo mejor posible.
¡Haz que tus joyas se mantengan siempre brillantes!
Las perlas cultivadas de agua dulce tratadas no deben ponerse en remojo en agua ni se deben frotar con fuerza, ya que podría provocar daños en el nácar. En vez de ello, límpialas pasándoles un paño limpio muy suave y humedecido ligeramente en una solución de agua templada. A continuación, sécalas.

